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Las historias que nos contamos y cómo reescribirlas

August 3, 2025
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René Sonneveld

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Todos cargamos con historias. Algunas las contamos en voz alta. Otras viven en silencio dentro de nosotros, moldeando cómo nos vemos, cómo respondemos a los demás y qué creemos que es posible. Estas historias internas suelen comenzar en la infancia y evolucionar con el tiempo. Algunas nos dan fuerza. Otras nos frenan sin que siquiera lo notemos. Este blog explora esas narrativas silenciosas que guían nuestra vida, las voces saboteadoras que las impulsan y cómo podemos empezar a reescribir el guion.

Las historias más peligrosas son lasque no sabemos que estamos contando. Las repetimos como si fueran verdad.Construimos nuestra vida a su alrededor. Y luego nos preguntamos por qué todo se siente estancado.

Todos cargamos con historias. Algunas las contamos en voz alta. Otras viven en silencio dentro de nosotros, moldeando cómo nos vemos, cómo respondemos a los demás y qué creemos que es posible.Estas historias internas suelen comenzar en la infancia y evolucionar con el tiempo. Algunas nos dan fuerza. Otras nos frenan sin que siquiera lo notemos.Este blog explora esas narrativas silenciosas que guían nuestra vida, las voces saboteadoras que las impulsan y cómo podemos empezar a reescribir el guion.

Cómo las historias se convierten en creencias

En su charla TEDx “The Stories We TellOurselves”, David Mathews recuerda momentos de su infancia que cristalizaron en creencias duraderas sobre la fuerza, el amor y el sentido de pertenencia. Su punto es simple pero profundo: las historias que heredamos o construimos en la niñez se convierten en nuestro sistema operativo en la adultez.

Stella Beckmann coincide, destacando cómo nos aferramos inconscientemente a guiones que no nos ayudan. Muchos atravesamos la vida cargando creencias silenciosas pero poderosas como “no soy suficiente”, “no encajo” o “las cosas nunca salen bien”. Estas historias rara vez tienen título o capítulo final. Aun así, lo moldean todo: cómo afrontamos las dificultades, cómo confiamos en los demás, qué riesgos estamos dispuestos a tomar.

Yo me he contado muchas historias a lo largo de los años. Algunas me dieron fuerza, otras me frenaron. Historias arraigadas en el miedo, la vergüenza, o en la necesidad de demostrar algo al mundo o a mí mismo. Historias que decían que debía tener todo bajo control. Que la vulnerabilidad era debilidad. Que el amor debía ganarse.

Con el tiempo entendí que algunas de esas historias me robaron años. Cargué con vergüenza que no me correspondía.Busqué validación que nunca llenaba el vacío. Y seguía diciéndome que estaba siendo realista, cuando en realidad estaba asustado.

Ese es el problema con las historias.Rara vez sabemos que estamos dentro de una hasta que nos agota. Hasta que empieza a costarnos relaciones, paz mental y alegría. La buena noticia es que, una vez que la ves, puedes empezar a cambiarla.

Tipos de historias que nos frenan

Algunas de estas narrativas internas son fortalecedoras:

  • Soy un sobreviviente
  • Si me esfuerzo, lo voy a lograr
  • La vida tiene altibajos, y puedo con ellos

Pero otras no lo son. Algunas historias hacen que el mundo se sienta inseguro o sin esperanza. Otras reducen nuestro sentido de lo posible. Y si no las hacemos conscientes, seguimos viviéndolas como si fueran realidad.

Aquí van algunas de las historias internas más comunes que sabotean en silencio nuestro crecimiento y nuestras relaciones:

1. No soy digno de amor

Si creciste sin amor, atención o seguridad constantes, tal vez desarrollaste la historia de que algo en ti está mal. El abuso, la negligencia o la inconsistencia emocional dejan huella. La historia se convierte en: “Si realmente valiera la pena, me habrían amado”.Esta creencia no se queda en la infancia. Aparece más tarde en cómo eliges pareja, cómo recibes elogios y cómo te manejas en la intimidad.

Tal vez saboteas relaciones que parecen demasiado buenas o desconfías de quienes te tratan bien. No es que no quieras amor. Es que tu historia te dice que no lo mereces del todo.

Saboteador en acción: El Juez - El Juez encuentra fallas constantemente en ti y en los demás, reforzando la idea de que no mereces amor real.

2. No soy capaz

Tal vez tenías una dificultad de aprendizaje no diagnosticada. Tal vez te criticaron por fallar en lugar de alentarte a aprender. El resultado es una historia que dice que no eres bueno en nada. Dejas de intentar. Asumes que los demás son más inteligentes o talentosos. Minimizarás tus metas o dejarás pasar oportunidades porque, en el fondo, no crees que puedas lograrlo.

Saboteador en acción: El Evitador - Esta voz te dice que es mejor no intentarlo que arriesgarse a fallar. Así que te congelas.

3.Nunca me reconocen como merezco

La historia del hijo o hija ignorado.Tal vez viviste a la sombra de un hermano o con padres que rara vez reconocían tus logros. Aprendiste a esforzarte para recibir elogios, y a resentirte cuando no llegaban.

Ya de adulto, sientes que no te valoran en el trabajo. Te afecta mucho la crítica y te comparas con los demás. El éxito nunca se siente suficiente. La historia dice: “Nadie realmente me ve”. Y así, sigues esforzándote por demostrar tu valor, incluso a personas que nunca te lo darán.

Saboteador en acción: El Hiperlogrador - Atas tu valor a tus logros, necesitando validación constante para sentirte bien.

4.Las cosas nunca salen bien para mí

Este es el guion pesimista clásico. El mundo está en tu contra. Lo intentas, pero siempre pasa algo. Con el tiempo, esta historia se convierte en resignación. Dejas de soñar. Te rodeas de personas que piensan igual y se consuelan mutuamente con que la vida es injusta.

Saboteador en acción: La Víctima Esta voz se enfoca en lo injusto, manteniéndote atrapado en ciclos de pasividad y autocompasión.

5.Siempre va a pasar algo malo

La versión ansiosa de la historia anterior. No es solo que ocurren cosas malas. Es que van a ocurrir, y tienes que estar un paso adelante. Es común en personas con historias de trauma. Aprendiste a anticipar el peligro, la traición, el desastre.

Saboteador en acción: El Controlador Crees que si no estás manejando cada detalle, todo se derrumba. Tu sistema nervioso está en alerta constante.

El verdadero peligro no es tener estas historias. Es creerlas sin cuestionarlas. Las repetimos tanto que se sienten como parte de nuestra personalidad. Pero no lo son. Son mentiras familiares con buena memoria.

Identificando a los saboteadores

Shirzad Chamine, en PositiveIntelligence, llama Saboteadores a estas voces porque se presentan como aliadas, pero terminan saboteando nuestra felicidad y efectividad. Además delos mencionados, otros como el Complaciente, el Perfeccionista o el Inquieto también pueden estar escribiendo parte de tu guion.

Estas voces nacieron para protegerte.Pero si sigues dejando que dirijan tu vida, ya no son protectores. Son carceleros.

Reescribiendo el guion

La buena noticia es que estas historias no son permanentes. No son tu destino. Una vez que las ves con claridad, puedes elegir otro camino. Chamine llama a esta nueva voz el Sabio:tu parte sabia, estable y creativa.

El Sabio no lucha contra losSaboteadores. Los escucha, y elige otra cosa. Reinterpreta los fracasos como aprendizajes. Mira a los demás con curiosidad en lugar de sospecha. Ve posibilidades donde antes solo había amenaza.

Empieza con estas preguntas

  • ¿Cuál es la historia que me cuento cuando algo sale mal?
  • ¿Qué es lo que más miedo me da que los demás descubran de mí?
  • ¿Qué saboteador aparece cuando estoy bajo presión?

Y luego ve más profundo:

  • ¿Y si esa historia no fuera cierta?
  • ¿Y si alguna vez fue cierta, pero ya no lo es?
  • ¿Qué historia más útil podría empezar a creer?

No tienes que pasar de “estoy roto” a“soy perfecto”. Un cambio más realista podría ser: “Estoy aprendiendo asentirme seguro en el amor”, o “No tengo que ganarme mi valor a través del éxito”.

Reflexión final

Las historias que nos contamos pueden definirnos o pueden liberarnos. Tú eres el narrador. Si no reescribes la historia, nadie más lo hará. Esa elección no es cómoda. Pero es tuya.

Me encantaría conocer su opinión sobre este tema.

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