Coaching de liderazgo

Más Allá de la Habilidad: Las Etapas de Madurez del Liderazgo de las que Nadie Habla

May 27, 2025
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René Sonneveld

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A menudo asumimos que liderar se trata de habilidades: comunicación, estrategia, ejecución. ¿Pero qué pasaría si el verdadero diferenciador no fuera la capacidad, sino la madurez? No una madurez técnica, sino una madurez moral. En conversaciones de coaching, he escuchado a ejecutivos admitir que guardan silencio en reuniones por miedo. No porque les falten ideas, sino porque temen equivocarse, quedar expuestos o perder aprobación. Y no son malos líderes. Son brillantes, comprometidos y respetados. Pero en algún punto, dejaron de desarrollarse. Este artículo es una invitación a explorar una visión diferente del liderazgo: una que crece no solo en competencia, sino en conciencia. Se basa en el trabajo de Piaget y Kohlberg para examinar las etapas invisibles del crecimiento moral que modelan cómo nos mostramos, decidimos y lideramos.

Un amigo me dijo una vez que mentía en las reuniones, no porque fuera deshonesto, sino porque tenía miedo. Miedo a equivocarse. Miedo a ser juzgado. Miedo a ser excluido del grupo. “Mejor asentir con la cabeza”, dijo, “que arriesgarme a decir lo que realmente pienso”.

Esa confesión se me quedó grabada. Porque lo que dijo no era raro. Era real. Y me hizo preguntarme: ¿Qué significa realmente crecer?

No solo en edad o conocimiento, sino en madurez, carácter y virtud. No es solo una pregunta filosófica. Es la pregunta que los grandes teóricos del desarrollo del siglo XX intentaron responder mediante la investigación, la reflexión y una profunda curiosidad por la condición humana.

Dos hombres, Jean Piaget y Lawrence Kohlberg, destacan por sus aportes a esta pregunta. Mientras Piaget se centró en el desarrollo cognitivo—cómo llegamos a pensar, razonar y comprender—Kohlberg amplió la conversación hacia el desarrollo moral: cómo aprendemos a cuidar, juzgar y actuar con integridad.

Este blog es una invitación a mirar tu propio desarrollo no solo desde el lente de lo que sabes, sino desde el lente de quién estás llegando a ser. Porque envejecer es inevitable. Pero volverse más sabio, más amable y más centrado, requiere esfuerzo consciente.

Y para quienes trabajamos en liderazgo y coaching, es esencial.

Una Breve Palabra sobre Piaget

Jean Piaget fue un psicólogo suizo que comenzó su carrera estudiando cómo los niños llegan a entender el mundo. Sus famosos cuatro estadios del desarrollo cognitivo son conocidos por muchos:

  • Etapa sensorio-motriz (0–2 años): Aprendizaje a través de la interacción física con el entorno.
  • Etapa preoperacional (2–7 años): Uso de símbolos y lenguaje, pero dominada por el egocentrismo.
  • Etapa de operaciones concretas (7–11 años): Surge el pensamiento lógico, aunque ligado a hechos concretos.
  • Etapa de operaciones formales (12+ años): Comienza el pensamiento abstracto, la formulación de hipótesis y el razonamiento moral.

Si bien su trabajo revolucionó la educación, lo que hace que la obra de Piaget sea atemporal es su propósito más profundo. Creí a que el objetivo de la educación no era memorizar datos, sino formar pensadores maduros capaces de resolver problemas por sí mismos. Y la madurez, sugería, no trata solo del intelecto, sino también del carácter.

Lo que nos lleva a Kohlberg.

El Salto al Desarrollo Moral: Lawrence Kohlberg

Si Piaget nos dio el marco de cómo se desarrolla lamente, Lawrence Kohlberg nos ofreció la estructura de cómo aprendemos a juzgarlo correcto y lo incorrecto.

Su teoría del desarrollo moral no está ligada estrictamente a la edad. No es biológica. Es volitiva. La madurez moral es algo en lo que podemos crecer—si elegimos hacerlo. Y muchos no lo hacen.

Kohlberg propuso tres niveles de desarrollo moral, cada uno con dos etapas. A medida que las repasamos, piensa no solo en dónde están los demás, sino desde dónde tiendes tú a operar—especialmente bajo presión o al liderar a otros.

Nivel 1: Moralidad Preconvencional

En este nivel, la moralidad está controlada externamente. El bien y el mal se determinan por las consecuencias:castigo o recompensa.

Etapa 1: Orientación hacia la obediencia y el castigo

Evitar el castigo — “No quiero meterme en problemas.”

La preocupación principal aquí es evitar el castigo. Un niño no roba porque tiene miedo de ser reprendido. Perol os adultos —y los líderes— también pueden vivir en esta etapa: siguiendo reglas por temor a ser juzgados, despedidos o rechazados.

Los líderes en esta etapa evitan riesgos. Controlan en exceso. Temen la disidencia. Su liderazgo es reactivo, basado en el control más que en la confianza.

Etapa 2: Individualismo e intercambio

Interés propio — “Tú me ayudas, yo te ayudo.”

Aquí, las personas empiezan a reconocer que los demás tienen necesidades y perspectivas. Pero las decisiones morales siguen siendo transaccionales: “Haré algo bueno por ti si obtengo un beneficio.”

En el liderazgo, esto puede verse como una gestión basada en incentivos, mantener alianzas por conveniencia o tomar decisiones centradas en ganancias a corto plazo. Los valores se negocian, no se viven.

Nivel 2: Moralidad Convencional

En esta etapa, la moralidad se basa en encajar, ser aceptado y cumplir con lo que esperan los compañeros, equipos o la sociedad.

Etapa 3: Relaciones interpersonales buenas (“El buen chico / la buena chica”)

Buscar aprobación — “Quiero que me vean como alguien bueno.”

La moral se vincula con la necesidad de agradar. Queremos ser aceptados. Así que nos conformamos.

Los líderes en esta etapa suelen ser complacientes. Reprimen el desacuerdo para mantener la armonía. Priorizan la conexión —pero a costa de la claridad y la sinceridad. Las evaluaciones de desempeño se convierten en concursos de popularidad.

Etapa 4: Mantenimiento del orden social.

Respeto por la autoridad y las leyes — “Necesitamos reglas para mantener el orden.”

Esta es la mentalidad de ley y orden. La moralidad se basa en reglas, estructuras y sistemas. Los líderes aquí preservan el statu quo. Hacen cumplir las políticas. Dicen cosas como: “Siempre se ha hecho así.”

Esto puede generar orden, pero también estancamiento. La innovación se resiente. La disidencia se silencia.Los líderes se vuelven guardianes del procedimiento en lugar de promotores del cambio.

Nivel 3: Moralidad Postconvencional

Aquí entramos en un terreno poco común. Pocos alcanzan este nivel de forma consistente. Pero quienes lo hacen modelan el tipo de liderazgo que transforma culturas.

Etapa 5: Contrato social y derechos individuales

Las leyes son flexibles si sirven a la dignidad y los derechos humanos.

Los líderes en esta etapa comprenden que las estructuras existen para servir a las personas —no al revés.

Se preguntan: ¿Qué es justo? ¿Qué empodera a los demás? ¿Qué fomenta la dignidad?

Cuestionan reglas que perpetúan el daño. Se pronuncian, incluso cuando es incómodo. Lideran desde los valores, no solo desde la visión. Son transformadores —no porque tengan todas las respuestas, sino porque están dispuestos a hacer mejores preguntas.

Etapa 6: Principios universales

Guiados por la conciencia y el razonamiento abstracto — justicia, igualdad, dignidad humana.

Esta etapa es aspiracional. Los líderes aquí actúan desde compromisos éticos profundos e inquebrantables. Viven según su conciencia. Toman decisiones valientes, incluso si eso los vuelve impopulares.

Piensa en Mandela, Gandhi, Bonhoeffer, Havel, Eleanor Roosevelt. O en esa líder silenciosa de tu organización que hace lo correcto cuando nadie la observa. Estas personas se rigen —y guían a sus sistemas— por algo más elevado que la ganancia personal olas normas culturales.

El Liderazgo es una Práctica Moral

En coaching, hablamos mucho de presencia, retroalimentación, escucha, responsabilidad. Pero debajo de todo eso, hay una verdad más profunda: el liderazgo es un acto moral.

Ya sea que lideres una empresa, un equipo, un aula o una familia, estás moldeando el clima moral de quienes te rodean. Las personas no solo observan lo que haces, perciben lo que representas.

¿Recompensas la obediencia o fomentas el crecimiento? ¿Modelas el sacrificio o la autoprotección? ¿Formulas preguntas difíciles o solo administras percepciones?

Teorías como las de Piaget y Kohlberg nos recuerdan que el verdadero liderazgo no proviene solo de las habilidades. Proviene de una responsabilidad creciente—primero contigo, luego con los demás, y finalmente con principios que nos trascienden.

Como coaches, nuestro trabajo es sostener ese viaje. No solo ayudar a que los clientes sean más competentes, sino más conscientes.

Ejemplos Reales de Liderazgo

·       Un líder evita expresar preocupaciones en reuniones ejecutivas para no generar tensiones (Etapa 1).

·       Un vicepresidente apoya un proyecto para ganar visibilidad personal, no por su impacto (Etapa 2).

·       Un gerente cambia prioridades para seguir siendo popular con su equipo (Etapa 3).

·       Un CEO se resiste al cambio porque“siempre se ha hecho así” (Etapa 4).

·       Un director pospone el lanzamiento de un producto tras detectar riesgos de seguridad, priorizando la integridad sobre la presión de los inversores (Etapa 5).

·       Un fundador renuncia para proteger la integridad de la misión (Etapa 6).

¿Dónde Estás Tú? (¿Y Dónde Está Tu Cliente?)

Esto no se trata de juzgar, sino de tomar conciencia.

La mayoría de nosotros nos movemos entre etapas según el contexto. Un líder puede ser visionario en público y evasivo en privado. Un miembro del equipo puede actuar con valentía en un área, y desde el miedo en otra.

El objetivo no es la perfección. Es el progreso. Y el coaching puede acelerar ese camino.

Pregúntate —o pregúntale a tu cliente:

·       ¿Desde qué etapa sueles liderar cuando estás bajo presión?

·       ¿Dónde comprometes tus valores por aprobación o comodidad?

·       ¿Qué tipo de clima moral estás creando como líder?

·       ¿Qué implicaría liderar desde la Etapa 5 o 6?

·       ¿Quién te ayuda a rendir cuentas ante los principios que dices defender?

Reflexiones Finales:Crecer Hacia Adelante

Piaget nos enseñó que el aprendizaje ocurre en etapas. Kohlberg nos mostró que la moralidad también.Pero ninguno dijo que el desarrollo fuera automático.

Crecer es una elección.

Significa hacer mejores preguntas. Asumir responsabilidad. Enfrentar el miedo a equivocarnos. Defenderlo que importa.

Porque al final, no se trata solo de lo que sabes. Se trata de en quién te estás convirtiendo.

Así que crece con eso. Y ayuda a otros a hacer lo mismo.

Preguntas de Reflexión para Coaches:

1.    ¿Qué etapa moral aparece con más frecuencia en el liderazgo de tu cliente?

2.    ¿Cómo puedes usar la teoría del desarrollo moral como lente en tu práctica de coaching?

3.    ¿Desde qué etapa lideras tú personalmente—y a cuál aspiras llegar?

4.    ¿Cómo creas condiciones para que los líderes reflexionen sobre la integridad y no solo sobre el rendimiento?

Que eso sea tu brújula.

Fuentes:

1. Robert Kegan and Lisa Laskow Lahey, Immunity to Change: How to Overcome It and Unlock the Potential in Yourself and Your Organization (Boston: Harvard Business Review Press, 2009).

2. Jean Piaget, The Psychology of Intelligence (London: Routledge, 1950).

3. Lawrence Kohlberg, The Philosophy of Moral Development: Moral Stages and the Idea of Justice, vol. 1 (San Francisco: Harper & Row, 1981).

Me encantaría conocer su opinión sobre este tema.

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